Sin duda, 2011 es un año que en muchos alberga legítimos anhelos de cambio, progreso y prosperidad. El panorama económico sugiere que la crisis ha quedado atrás, por lo que las circunstancias demandan de los líderes de los sectores sociales imaginación e ingenio para aprovechar tan benévola coyuntura.
En Tlaxcala, el inminente arribo de Mariano González Zarur a la Gubernatura anticipa un escenario de certidumbre para la inversión privada, en virtud de las incesantes labores de gestión emprendidas desde el histórico triunfo del 4 de julio.
A la distancia, resultados de mediciones como el “Reporte Postelectoral 2010”, que reveló que el apizaquense era el quinto gobernador electo más popular entre los 12 ganadores de la pasada jornada electora, y que para la mayoría de los tlaxcaltecas su administración será mejor que la saliente, son más que una fotografía del momento: son una realidad que persiste y que a partir de este año enfrentará su prueba de fuego.
En 2010, el gasto para infraestructura, desarrollo económico y sectores vulnerables, sufrió recortes importantes. Contra toda lógica afianzada en las secuelas de la crisis de 2009, fue castigado el presupuesto de 24 instituciones y dependencias, muchas de ellas relacionadas con la actividad productiva, la generación de empleos y el desarrollo social en el estado.
Las reducciones más drásticas se contemplaron en la Sefoa, la Secoduvi y la Sedeco, relacionadas con el campo, la promoción del empleo y las inversiones. En cambio, aumentaron en 122 por ciento los recursos para garantizar estabilidad política y social en el estado; también las partidas para lograr eficiencia gubernamental, en 70%. Todo ello, motivado en dos momentos políticos específicos: el proceso electoral y la sucesión gubernamental.
Ahora, las condiciones presupuestales son muy distintas, sumamente favorables para los intereses del gobierno entrante. Por ejemplo, las asignaciones destinadas a la adquisición de bienes muebles e inmuebles requeridos en el desempeño de las actividades de las dependencias del Poder Ejecutivo crecieron más de 900%, mientras que los recursos para la construcción, ampliación, mantenimiento y conservación de obras de infraestructura, en más de 500 por ciento.
El Presupuesto de Egresos 2011 establece que el Capítulo 5000 (Bienes muebles e inmuebles) pasará de 711 mil 881 pesos a casi 7.32 millones de pesos (MDP), lo que implica un diferencia nominal de 6.6 MDP, igual a 927.8%. Esta partida incluye pagos por adjudicación, expropiación e indemnización de bienes muebles e inmuebles a favor del Gobierno, así como pagos por arrendamiento financiero.
Una tendencia similar es la del gasto de inversión pública (Capítulo 6000), que rebasará este año los 490.95 MDP, evidenciando una diferencia porcentual de 527.1%, equivalente a más de 412.66 MDP.
Al analizar la Clasificación por Capítulo de Gasto y compararla con las asignaciones aprobadas para 2010, se identifica que también el gasto corriente del Poder Ejecutivo crecerá a razón de 16.1%, lo que se traduciría en el aumento de más de 249.5 millones para el pago de salarios, cuotas y prestaciones.
Por otra parte, al revisar la Clasificación Programática del gasto, se observan aumentos importantes en siete de los ocho ejes rectores en que se agrupan las acciones derivadas del Plan Estatal de Desarrollo 2005-2011.
El eje Desarrollo Humano, que concentra las acciones tendientes a satisfacer las necesidades de acceso a los alimentos, salud, educación, cultura y deporte, de la población tlaxcalteca, tendrá un aumento de más de mil millones de pesos, mientras que el eje Desarrollo Urbano y Regional Sustentable contará con más de 344 millones adicionales para la creación de infraestructura carretera y urbana, vivienda, agua potable, drenaje y tratamiento de aguas residuales.
Asimismo, el eje Seguridad Pública y Procuración de Justicia tendrá un extra superior a los 156 millones, respecto a lo asignado en 2010; en tanto, el eje Desarrollo Social, que prevé trabajos a favor de la mujer, las personas con capacidades diferentes y la juventud, y el eje Gobierno Ciudadano, que incluye programas tales como Planeación Estratégica Estatal, Estabilidad Política y Social, y Desarrollo Municipal, muestran incrementos de más de 49 millones.
Es así como Mariano González Zarur llega al Poder Ejecutivo en una situación envidiable, que únicamente le demandará la cosecha de frutos de una operación política previa. Con un presupuesto que soportará el peso de sus decisiones, a su gabinete tocará administrar juiciosamente la hacienda pública para hacer de Tlaxcala, desde 2011, un estado con mayor empuje en el contexto nacional.
A la distancia, resultados de mediciones como el “Reporte Postelectoral 2010”, que reveló que el apizaquense era el quinto gobernador electo más popular entre los 12 ganadores de la pasada jornada electora, y que para la mayoría de los tlaxcaltecas su administración será mejor que la saliente, son más que una fotografía del momento: son una realidad que persiste y que a partir de este año enfrentará su prueba de fuego.
En 2010, el gasto para infraestructura, desarrollo económico y sectores vulnerables, sufrió recortes importantes. Contra toda lógica afianzada en las secuelas de la crisis de 2009, fue castigado el presupuesto de 24 instituciones y dependencias, muchas de ellas relacionadas con la actividad productiva, la generación de empleos y el desarrollo social en el estado.
Las reducciones más drásticas se contemplaron en la Sefoa, la Secoduvi y la Sedeco, relacionadas con el campo, la promoción del empleo y las inversiones. En cambio, aumentaron en 122 por ciento los recursos para garantizar estabilidad política y social en el estado; también las partidas para lograr eficiencia gubernamental, en 70%. Todo ello, motivado en dos momentos políticos específicos: el proceso electoral y la sucesión gubernamental.
Ahora, las condiciones presupuestales son muy distintas, sumamente favorables para los intereses del gobierno entrante. Por ejemplo, las asignaciones destinadas a la adquisición de bienes muebles e inmuebles requeridos en el desempeño de las actividades de las dependencias del Poder Ejecutivo crecieron más de 900%, mientras que los recursos para la construcción, ampliación, mantenimiento y conservación de obras de infraestructura, en más de 500 por ciento.
El Presupuesto de Egresos 2011 establece que el Capítulo 5000 (Bienes muebles e inmuebles) pasará de 711 mil 881 pesos a casi 7.32 millones de pesos (MDP), lo que implica un diferencia nominal de 6.6 MDP, igual a 927.8%. Esta partida incluye pagos por adjudicación, expropiación e indemnización de bienes muebles e inmuebles a favor del Gobierno, así como pagos por arrendamiento financiero.
Una tendencia similar es la del gasto de inversión pública (Capítulo 6000), que rebasará este año los 490.95 MDP, evidenciando una diferencia porcentual de 527.1%, equivalente a más de 412.66 MDP.
Al analizar la Clasificación por Capítulo de Gasto y compararla con las asignaciones aprobadas para 2010, se identifica que también el gasto corriente del Poder Ejecutivo crecerá a razón de 16.1%, lo que se traduciría en el aumento de más de 249.5 millones para el pago de salarios, cuotas y prestaciones.
Por otra parte, al revisar la Clasificación Programática del gasto, se observan aumentos importantes en siete de los ocho ejes rectores en que se agrupan las acciones derivadas del Plan Estatal de Desarrollo 2005-2011.
El eje Desarrollo Humano, que concentra las acciones tendientes a satisfacer las necesidades de acceso a los alimentos, salud, educación, cultura y deporte, de la población tlaxcalteca, tendrá un aumento de más de mil millones de pesos, mientras que el eje Desarrollo Urbano y Regional Sustentable contará con más de 344 millones adicionales para la creación de infraestructura carretera y urbana, vivienda, agua potable, drenaje y tratamiento de aguas residuales.
Asimismo, el eje Seguridad Pública y Procuración de Justicia tendrá un extra superior a los 156 millones, respecto a lo asignado en 2010; en tanto, el eje Desarrollo Social, que prevé trabajos a favor de la mujer, las personas con capacidades diferentes y la juventud, y el eje Gobierno Ciudadano, que incluye programas tales como Planeación Estratégica Estatal, Estabilidad Política y Social, y Desarrollo Municipal, muestran incrementos de más de 49 millones.
Es así como Mariano González Zarur llega al Poder Ejecutivo en una situación envidiable, que únicamente le demandará la cosecha de frutos de una operación política previa. Con un presupuesto que soportará el peso de sus decisiones, a su gabinete tocará administrar juiciosamente la hacienda pública para hacer de Tlaxcala, desde 2011, un estado con mayor empuje en el contexto nacional.
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